Independiente Rivadavia de Mendoza logró una hazaña histórica al consagrarse campeón de la Copa Argentina tras vencer a Argentinos Juniors en una dramática definición por penales. El partido, disputado en un estadio repleto, estuvo marcado por las expulsiones de Maximiliano Amarfil y Alejo Osella, que obligaron a la Lepra a jugar gran parte del encuentro con inferioridad numérica.
Un Partido Lleno de Emoción y Controversia
El encuentro comenzó favorable para Independiente Rivadavia, que se puso en ventaja gracias a un gol de Alex Arce. Sin embargo, la expulsión de Amarfil al final del primer tiempo, por doble amonestación, complicó los planes del equipo mendocino. A pesar de la desventaja, la Lepra logró mantener la ventaja hasta los minutos finales, cuando Argentinos Juniors igualó el marcador.
Expulsiones Decisivas
La segunda expulsión, la de Alejo Osella en tiempo de descuento, dejó a Independiente Rivadavia con nueve jugadores en el campo. A pesar de la adversidad, el equipo dirigido por Alfredo Berti (quien también fue expulsado) resistió los embates de Argentinos y logró llevar el partido a la tanda de penales.
- Maximiliano Amarfil: Expulsado por doble amarilla tras una falta sobre Hernán López Muñoz.
- Alejo Osella: También vio la tarjeta roja por doble amonestación, dejando al equipo con nueve jugadores.
Héroes en la Tanda de Penales
En la definición desde los doce pasos, el arquero Gonzalo Marinelli se convirtió en el héroe de la noche al atajar un penal clave. Independiente Rivadavia se impuso por 5 a 3 y conquistó su primer título en el fútbol argentino, clasificando además a la Copa Libertadores 2026. El gol decisivo lo marcó Sebastián Villa, desatando la euforia de los hinchas mendocinos.
La victoria de Independiente Rivadavia es un ejemplo de lucha y superación, demostrando que con garra y corazón se pueden alcanzar los sueños, incluso en las circunstancias más adversas.