Ivana Figueiras responde a hirientes críticas: ¿Fin de la sororidad virtual?

La modelo y empresaria Ivana Figueiras, pareja del futbolista Darío Cvitanich, se hartó del constante escrutinio en redes sociales y decidió alzar la voz contra los comentarios hirientes que recibe a diario. Desde que oficializó su relación, Figueiras ha sido blanco de críticas, especialmente en lo que respecta a su apariencia y su relación sentimental.

Exponiendo la toxicidad en Instagram

Cansada del maltrato virtual, Ivana Figueiras utilizó sus historias de Instagram para mostrar algunos de los mensajes ofensivos que recibe. En una de las capturas, se puede leer un comentario particularmente cruel sobre su cabello: “Ese pelo nunca conoció el shampoo”. La respuesta de la modelo fue contundente: “Puede ser… un mal día de pelo se soluciona fácil. Esa caripela está complicada”.

Críticas a su relación con Cvitanich

Otro comentario apuntaba a la supuesta motivación económica de su relación con Darío Cvitanich: “Te conquistaron con la billetera”. Ivana respondió con ironía: “La única billetera que alguna vez me ayudó fue la de mi papá. Besos”.

¿Sororidad selectiva?

La respuesta más llamativa de Ivana Figueiras fue la que acompañó la publicación de los comentarios: “Típico, después se hacen las sororas”. Con esta frase, la modelo denunció la hipocresía de quienes se proclaman defensoras de la sororidad pero no dudan en atacar a otras mujeres en redes sociales.

Este episodio pone de manifiesto el lado oscuro de la exposición en redes sociales y el impacto emocional que pueden tener los comentarios negativos. La decisión de Ivana Figueiras de responder a las críticas y denunciar la falta de sororidad virtual ha generado un debate sobre los límites de la libertad de expresión y la responsabilidad de los usuarios en internet.

Es importante recordar que detrás de cada perfil en redes sociales hay una persona real con sentimientos, y que los comentarios hirientes pueden tener consecuencias devastadoras. La valentía de Ivana Figueiras al exponer su experiencia puede servir de inspiración para que otras personas alcen la voz contra el maltrato virtual.

Compartir artículo