Tensión por el futuro del INTA: ¿Ajuste o Desmantelamiento?
El posible reajuste del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) por parte del gobierno nacional, impulsado por el ministro Federico Sturzenegger, ha generado preocupación y debate en el sector agropecuario argentino. La Mesa de Enlace, conformada por las principales entidades del campo, ha expresado su inquietud ante la posibilidad de un "vaciamiento" del organismo, crucial para el desarrollo tecnológico y la innovación en el sector.
El INTA, creado en 1956, ha sido un pilar fundamental en la modernización del campo argentino, reconocido a nivel global por sus investigaciones y aportes tecnológicos. La iniciativa de Sturzenegger de reestructurar el INTA, que inicialmente implicaba fusionarlo con el INTI y luego reducir su estructura, ha despertado fuertes críticas, especialmente tras sus declaraciones cuestionando la eficiencia y el tamaño del organismo.
En una reciente entrevista, Sturzenegger puso en duda el rol actual del INTA, señalando la cantidad de personal y vehículos como ejemplos de un supuesto gasto excesivo. Sus planes de modificar el organigrama del INTA, incluso revirtiendo su autarquía, han sido interpretados como una amenaza a la independencia y el funcionamiento del instituto.
La Mesa de Enlace en defensa del INTA
La Mesa de Enlace, integrada por la Sociedad Rural Argentina (SRA), Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Federación Agraria Argentina (FAA), ha emitido un comunicado expresando su compromiso con el INTA y su preocupación por las posibles consecuencias de una reestructuración drástica. Si bien reconocen la necesidad de modernizar y mejorar la eficiencia del INTA, las entidades del campo insisten en la importancia de mantener su autarquía y preservar los centros regionales que impulsan el desarrollo agropecuario.
La defensa del INTA por parte del sector agropecuario se basa en el reconocimiento de su valioso aporte a la innovación y la productividad del campo argentino. A lo largo de su historia, el INTA ha desarrollado más de 1.000 cultivos y cuenta con numerosas patentes tecnológicas, contribuyendo significativamente al crecimiento y la competitividad del sector. La controversia en torno al futuro del INTA plantea interrogantes sobre el rumbo de la política agropecuaria y el rol del Estado en el fomento de la innovación y el desarrollo tecnológico en el campo argentino.