Pedro Alfonso, conocido cariñosamente como Peter, sorprendió a todos al confesar un sentimiento que, a pesar de los años, sigue intacto hacia su esposa, Paula Chaves. La pareja, que se conoció y enamoró hace más de 15 años en el “Bailando 2010”, es considerada una de las más sólidas y queridas del espectáculo argentino. Pero detrás de la imagen de familia perfecta, se esconde una peculiaridad que el propio Pedro reveló recientemente.
Un Amor que No Se Acostumbra
En una entrevista en Urbana Play, Pedro Alfonso confesó que, a pesar del tiempo y la convivencia, nunca se ha acostumbrado a la presencia de Paula en su vida. “Creo que Paula es a lo que menos me acostumbré de todo… Estoy mirando tele, pasa y digo ¡Wow!. No me acostumbro a ella… jugué en River, tengo hijos, logré muchas cosas pero no hay día que no pase y lo sienta así”, expresó con visible emoción.
Esta declaración, lejos de molestar a Paula, parece ser un tema recurrente entre ellos. Pedro relató que a menudo, cuando Paula sale de bañarse, él no puede evitar admirarla y expresarle su asombro por su belleza. Sin embargo, Paula, con su característico sentido del humor, le pide que “la corte” con los halagos. “A veces, sale de bañarse, la miro y pienso eso… ¡Wow, qué bomba!. Ella me dice que la corte pero es eso, lo siento así. Yo no me acostumbro a ella... es amor puro”, añadió Pedro.
El Origen de un Romance de Reality
La historia de amor de Pedro y Paula comenzó en el set de “ShowMatch” en 2010. Paula era una de las participantes del “Bailando”, mientras que Pedro era productor del programa. Lo que inicialmente comenzó como un juego mediático orquestado por Marcelo Tinelli, pronto se convirtió en una relación real y profunda.
- 2010: Se conocen en “ShowMatch”.
- 2013: Nace su primera hija, Olivia.
- 2014: Se casan en una boda multitudinaria.
- 2016: Nace Baltazar, su segundo hijo.
- 2020: Llega Filipa, la tercera integrante de la familia.
Hoy, con tres hijos y una carrera consolidada, Pedro Alfonso y Paula Chaves demuestran que el amor puede surgir en los lugares más inesperados y perdurar a pesar del tiempo. Y aunque Pedro confiese no acostumbrarse a la belleza de su esposa, lo cierto es que su relación es un ejemplo de amor, complicidad y admiración mutua.