¡Pistachos en Argentina! Furor, escasez y el 'oro verde' que conquista paladares

El mundo está viviendo una verdadera fiebre por el pistacho, y Argentina no es la excepción. Este fruto seco, antes relegado a un segundo plano, se ha convertido en un producto estrella, impulsando su demanda a niveles sin precedentes. Pero este furor tiene su lado B: la escasez y el aumento de precios están presionando el abastecimiento a nivel global y local.

¿Por qué tanto furor por el pistacho?

El pistacho ha ganado popularidad gracias a su sabor único y su versatilidad en la gastronomía. Desde helados y alfajores hasta chocolates y snacks gourmet, este fruto seco se adapta a una amplia variedad de preparaciones. Además, sus propiedades antioxidantes lo convierten en una opción atractiva para los consumidores preocupados por su salud.

En Argentina, el consumo de pistacho había disminuido tras un pico en 2016, pero la tendencia se revirtió abruptamente. Hoy, conseguir pistachos implica precios más altos y tiempos de espera más largos. Los consumidores que solían disfrutarlo como snack gourmet se encuentran con góndolas vacías, mientras que los comercios dedicados a la pastelería y heladería enfrentan dificultades para mantener su producción.

San Juan, la cuna del pistacho argentino

La provincia de San Juan se ha convertido en un importante centro de producción de pistachos en Argentina. Según Miguel Moreno, un referente del sector, el pistacho sanjuanino presenta características únicas, con una mayor carga de proteínas y vitaminas en comparación con los pistachos de otros países. Análisis del CONICET respaldan esta afirmación.

El impacto del 'chocolate de Dubái'

Un factor que ha contribuido al aumento de la demanda de pistachos es el famoso chocolate de Dubái, que utiliza una gran cantidad de este fruto seco. Su popularidad ha generado quiebres de stock a nivel mundial, exacerbando la escasez y el aumento de precios.

¿El pistacho, un lujo accesible?

El precio elevado del pistacho le ha valido el apodo de 'oro verde'. Si bien su consumo se ha masificado, sigue siendo un producto considerado un lujo. La escasez y la alta demanda hacen que acceder a este fruto seco sea cada vez más costoso. Sin embargo, su sabor único y sus propiedades beneficiosas siguen atrayendo a consumidores dispuestos a pagar un poco más por disfrutar de este manjar.

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