El mundo del peronismo argentino está de luto. Este lunes, a los 80 años, falleció Juan Manuel Abal Medina (padre), una figura clave en la historia del movimiento justicialista y un hombre de confianza de Juan Domingo Perón. Periodista, abogado y político, Abal Medina dejó una marca imborrable en la política nacional.
Un Delegado de Perón en el Exilio
La figura de Abal Medina cobró especial relevancia durante el exilio de Perón. Designado por el propio líder, su misión era facilitar el regreso del General a la Argentina, tras 17 años de proscripción. Su rol fue crucial en un momento convulso de la historia argentina.
Su trayectoria no se limitó a la gestión del regreso de Perón. Abal Medina ocupó cargos importantes, como el de Secretario General del Movimiento Justicialista. En esa posición, debió lidiar con las tensiones internas entre las diferentes facciones del peronismo, desde la juventud revolucionaria hasta el ala sindical, consolidada por Perón como la columna vertebral del Justicialismo. Lograr un equilibrio entre estas corrientes fue uno de sus mayores desafíos.
Legado y Enfermedad
En los últimos años, Abal Medina había recobrado notoriedad gracias a la publicación de su libro "Conocer a Perón", un éxito de ventas que se convirtió en un valioso documento para la historiografía peronista. En este libro, compartió sus experiencias y conocimientos sobre el líder, ofreciendo una perspectiva única y enriquecedora.
Durante sus últimos años, Abal Medina luchó contra la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Su fallecimiento representa una gran pérdida para el peronismo y para la política argentina en general.
Un Hermano en la Guerrilla
La vida de Abal Medina también estuvo marcada por la tragedia familiar. Su hermano, Fernando Abal Medina, fue uno de los primeros miembros caídos de Montoneros. Aunque Juan Manuel nunca perteneció a la organización guerrillera, la militancia de su hermano influyó en su trayectoria política y en su comprensión de la complejidad del peronismo.