La decisión del Presidente Trump de desplegar la Guardia Nacional y batallones de Marines en Los Ángeles ha generado una fuerte controversia y una batalla legal con el Gobernador de California, Gavin Newsom. Trump, conocido por su afán de protagonismo, inadvertidamente le otorgó a Newsom una plataforma de gran visibilidad nacional.
Newsom Responde y Critica el Despliegue Militar
Newsom aprovechó la oportunidad para criticar la decisión de Trump, obteniendo un espacio televisivo en horario estelar. "Honramos su servicio, honramos su valentía", dijo Newsom refiriéndose a las tropas. "Pero no queremos nuestras calles militarizadas por nuestras propias fuerzas armadas. Ni en Los Ángeles. Ni en California. Ni en ningún lugar...".
Newsom advirtió sobre las implicaciones de la acción de Trump: "California puede ser la primera, pero claramente no terminará aquí. Otros estados son los siguientes. La democracia es la siguiente. La democracia está bajo ataque justo ante nuestros ojos. El momento que temíamos ha llegado".
Batalla Legal en los Tribunales Federales
La disputa escaló a los tribunales federales. Un juez federal falló a favor de California, ordenando a Trump devolver el control de la Guardia Nacional al estado, argumentando que el despliegue era ilegal y violaba la Décima Enmienda, además de exceder la autoridad estatutaria de Trump. Sin embargo, el Noveno Circuito de la Corte de Apelaciones bloqueó temporalmente esta orden, permitiendo que la administración Trump mantenga el control de las tropas hasta que se celebre una audiencia sobre el asunto el 17 de junio.
Newsom celebró la decisión inicial del juez federal como una victoria para la democracia. "Hoy fue realmente una prueba de la democracia, y hoy pasamos la prueba", declaró Newsom en una conferencia de prensa. "La orden de hoy deja claro que [Trump] no está más allá o por encima de las limitaciones constitucionales".
La batalla entre Newsom y Trump por el control de la Guardia Nacional en California pone de manifiesto las tensiones políticas y las diferencias ideológicas entre ambos líderes, así como la creciente preocupación por la militarización de las protestas y el papel del gobierno federal en los asuntos estatales. El resultado final de esta contienda legal tendrá implicaciones significativas para el futuro de la relación entre California y la administración federal.