Salario Mínimo: Milei Fija Aumentos Hasta Agosto '26 ¿Alcanza?

El Gobierno de Javier Milei, ante la falta de acuerdo entre sindicatos y empleadores, oficializó mediante la Resolución 9/2025 un nuevo esquema de actualización del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) que se extenderá desde noviembre de 2025 hasta agosto de 2026. La decisión, publicada en el Boletín Oficial, marca una intervención directa del Ejecutivo en la determinación del salario mínimo, una práctica que se ha vuelto habitual desde la asunción de Milei.

Según la resolución, el salario mínimo para los trabajadores mensualizados que cumplen la jornada legal completa será de $328.400 a partir del 1° de noviembre de 2025, un leve aumento respecto a los $322.200 vigentes desde agosto. Para los trabajadores jornalizados, el precio de la hora se fija en $1.642, un incremento marginal desde los $1.610 anteriores.

Aumentos Progresivos, ¿Suficientes?

La escala de aumentos establece incrementos mensuales progresivos:

  • Diciembre de 2025: $334.800
  • Enero de 2026: $341.000
  • Febrero de 2026: $346.800

Sin embargo, la pregunta que surge es si estos aumentos lograrán compensar la inflación proyectada para los próximos meses y el impacto en el poder adquisitivo de los trabajadores. Analistas económicos advierten que, si la inflación continúa su curso actual, estos incrementos podrían resultar insuficientes para mantener el nivel de vida de los sectores más vulnerables.

Prestación por Desempleo: Nuevo Cálculo

La Resolución 9/2025 también introduce modificaciones en el cálculo de la prestación por desempleo, vinculándola directamente a los valores vigentes del salario mínimo. Este cambio podría significar un ajuste en los montos percibidos por los trabajadores que se encuentren en situación de desempleo, aunque aún se desconoce el impacto preciso de esta medida.

¿Un Decreto Necesario o una Imposición?

La decisión del Gobierno de fijar el salario mínimo por decreto, ante la falta de consenso en el Consejo del Salario, ha generado debate. Mientras algunos la consideran una medida necesaria para garantizar una actualización salarial en un contexto económico complejo, otros la critican como una imposición que desconoce la voz de los representantes de los trabajadores y empleadores.

El impacto real de esta medida en el bolsillo de los trabajadores y en la economía argentina se verá en los próximos meses. La evolución de la inflación y la capacidad de los salarios para mantener su poder adquisitivo serán factores clave para determinar el éxito o el fracaso de esta política.

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