El reconocido misionero argentino, Padre Pedro Opeka, visitó Santiago del Estero, dejando un mensaje inspirador y urgente: "Hoy los pobres están cansados de promesas, quieren acción inmediata". Su visita generó gran expectativa y una cálida recepción por parte de la comunidad santiagueña.
Opeka, nominado al Premio Nobel de la Paz por su incansable labor humanitaria en Madagascar, compartió su experiencia de vida y fe en un encuentro abierto al público en el Colegio San José. Cientos de personas se congregaron para escuchar su testimonio y agradecer su dedicación a los más necesitados.
Un mensaje de esperanza y acción
El Padre Opeka, conocido como el "apóstol de la basura" o el "albañil de Dios", ha dedicado su vida a construir hogares, escuelas y talleres en Madagascar a través de su proyecto Akamasoa. Su trabajo ha transformado la vida de miles de personas que vivían en la pobreza extrema.
En diálogo con los medios locales, Opeka expresó su sorpresa por la calidez y alegría de la gente de Santiago del Estero. Destacó la importancia de actuar con prontitud para ayudar a los más vulnerables, señalando que las promesas vacías ya no son suficientes.
El impacto de su visita
La visita del Padre Opeka a Santiago del Estero dejó una huella imborrable en la comunidad. Su mensaje de esperanza y acción resonó en los corazones de quienes lo escucharon, impulsándolos a comprometerse aún más con la lucha contra la pobreza y la injusticia social.
- El Padre Opeka instó a los jóvenes a ser agentes de cambio en sus comunidades.
- Recordó la importancia de la solidaridad y el compromiso con los más necesitados.
- Su testimonio inspiró a muchos a reflexionar sobre su propio papel en la construcción de un mundo más justo y equitativo.
La visita del Padre Opeka fue un llamado a la acción para todos los santiagueños, recordándoles que cada uno puede contribuir a construir un futuro mejor para los más pobres y desprotegidos.