Horror en Liverpool: Condenan a culpable de ataque en desfile campeón

El eco de la celebración se transformó en gritos de terror. Paul Doyle, de 54 años, se declaró culpable de los 31 cargos que se le imputaban tras embestir con su vehículo a una multitud de aficionados del Liverpool FC durante el desfile de celebración por la obtención del título de la Premier League el pasado mes de mayo. El incidente, que dejó más de 130 heridos, conmocionó a la ciudad y al mundo del fútbol.

Un Acto de Violencia Calculada

Doyle admitió su culpabilidad ante el Tribunal de la Corona de Liverpool, enfrentando cargos que incluyen conducción peligrosa, alteración del orden público, 17 cargos de intento de causar lesiones graves con intención, nueve cargos de causar lesiones graves con intención y tres cargos de herir con intención. La Fiscalía describió el acto como un “acto de violencia calculada”, destacando que Doyle condujo su Ford Galaxy Titanium directamente hacia la multitud en Water Street, hiriendo a más de 130 personas, entre ellas ocho niños.

El Desfile de la Victoria Convertido en Pesadilla

El 26 de mayo, aproximadamente un millón de aficionados se congregaron en Liverpool para celebrar el título de la Premier League y presenciar el desfile del equipo. Lo que debía ser una jornada de alegría y festejos se tornó en un caos cuando Doyle, según la fiscalía, se mostró cada vez más agitado por la multitud y decidió embestirla con su vehículo. Las imágenes de la cámara del tablero de su coche fueron clave para demostrar la intencionalidad del ataque.

El club Liverpool FC emitió un comunicado expresando su solidaridad con las víctimas y agradeciendo a los servicios de emergencia por su rápida respuesta: "Nuestro desfile de la victoria el pasado mes de mayo permitió a un número sin precedentes de aficionados del Liverpool celebrar juntos nuestra victoria en el título de la Premier League, algo que no pudimos hacer en 2020. El día de increíble alegría terminó en circunstancias inimaginables y esperamos que la condena de hoy traiga algo de paz a todos los afectados por el horrendo incidente. Nuestros pensamientos están con todos ellos".

La condena de Doyle, aunque inevitable, no borrará el dolor y el trauma causado a las víctimas. Sin embargo, representa un paso importante hacia la justicia y un mensaje claro de que actos de violencia como este no serán tolerados.

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