En un movimiento que sacude el panorama educativo bonaerense, Alberto Sileoni presentó su renuncia como Director General de Cultura y Educación, abriendo paso a la designación de Flavia Terigi, actual rectora de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS). La noticia, confirmada por la administración provincial, marca un cambio de liderazgo en una de las áreas más sensibles de la gestión de Axel Kicillof.
Sileoni, quien agradeció al gobernador la oportunidad de dirigir el sistema educativo, destacó los logros de su gestión, incluyendo transformaciones curriculares, presencia territorial y mejoras en infraestructura. Su trayectoria incluye roles clave durante las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, donde se desempeñó como Secretario y luego Ministro de Educación.
Flavia Terigi, la elegida para sucederlo, es una figura destacada en el ámbito pedagógico. Pedagoga por la Universidad de Buenos Aires, Magíster en Ciencias Sociales por FLACSO, Doctora en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y Profesora para la Enseñanza Primaria, Terigi aporta una sólida formación académica y experiencia en la gestión universitaria. De hecho, solicitó licencia en la UNGS para asumir su nuevo rol.
¿Qué esperar de la gestión de Flavia Terigi?
La designación de Terigi genera expectativas sobre el futuro de la educación en la provincia de Buenos Aires. Su perfil académico y experiencia en la gestión universitaria sugieren un enfoque renovado en la formación docente, la innovación pedagógica y la articulación entre los diferentes niveles educativos.
Se espera que Kicillof envíe el pliego de designación de Terigi a la Legislatura bonaerense el próximo miércoles. Su confirmación marcará el inicio de una nueva etapa en la educación provincial, con el desafío de consolidar los avances logrados y abordar los desafíos pendientes.
Reacción negativa a reformas:
Mientras tanto, un estudio reciente de Monitor Digital revela un creciente rechazo a las reformas impulsadas por el gobierno, especialmente en el ámbito laboral. El clima emocional predominante es de enojo, incertidumbre y expectativas de modernización, lo que plantea un escenario complejo para la gestión de Terigi en el sector educativo.