El Gobierno argentino se enfrenta a un momento crucial: definir qué aspectos de las reformas estructurales son negociables y cuáles son inamovibles. Este proceso, que comenzó en lo técnico, ahora se adentra en el terreno político, donde la estrategia y la flexibilidad serán clave para alcanzar acuerdos.
La Estrategia de la Negociación: Ceder para Avanzar
El Poder Ejecutivo, como impulsor de las reformas, ya está calibrando qué concesiones puede hacer. Al igual que Domingo Cavallo en el pasado, el gobierno podría presentar propuestas que, en realidad, son señuelos para lograr la aprobación de los puntos más importantes. La clave está en saber qué cartas jugar y cuándo retirarlas de la mesa.
En este contexto, la reforma tributaria se presenta como un desafío particular. El objetivo es reducir impuestos distorsivos y compensar su impacto con otros que mejoren la recaudación. Sin embargo, este juego de suma cero no será igual para todas las provincias, lo que exigirá una negociación cuidadosa para evitar conflictos.
Expectativas Empresariales en el NEA
Mientras tanto, en el Noreste Argentino (NEA), los empresarios observan señales mixtas. Víctor Saguier, referente del sector, describe un año difícil marcado por una fuerte desaceleración de la inflación, pero sin una reactivación económica tangible. Los problemas de flujo de caja, la caída del consumo, la competencia informal y los altos costos financieros siguen siendo desafíos importantes.
El Giro en las Expectativas Tras las Elecciones
Sin embargo, Saguier destaca un cambio positivo en las expectativas tras el desempeño electoral del oficialismo. La sorpresa política generó un nuevo optimismo, impulsado también por la ayuda de Estados Unidos. Ahora, los empresarios esperan que el gobierno avance con reformas estructurales clave, como la reforma laboral e impositiva.
La reforma impositiva es considerada fundamental para mejorar la competitividad del país. Según Saguier, la carga impositiva representa entre el 40% y el 50% del costo de los productos, lo que dificulta la competencia en el mercado global. La reforma laboral también es vista como impostergable para modernizar el mercado de trabajo y fomentar la creación de empleo.
- Reducción de impuestos distorsivos
- Reforma laboral para mayor competitividad
- Reactivación del consumo interno
En resumen, el futuro económico de Argentina dependerá de la capacidad del gobierno para negociar reformas que impulsen el crecimiento y la competitividad, al tiempo que se atienden las necesidades de los diferentes sectores y regiones del país.