Un incidente perturbador sacudió la premiere de "Wicked: For Good" en Singapur, cuando un fanático irrumpió en la alfombra amarilla y se abalanzó sobre la estrella pop Ariana Grande. El agresor, identificado como Johnson Wen, un australiano de 26 años, fue sentenciado a nueve días de prisión por alterar el orden público.
El hecho ocurrió el pasado jueves durante el estreno asiático de la película. Videos que circularon en redes sociales muestran a Wen saltando las vallas de seguridad y corriendo hacia Grande, visiblemente sorprendida. La agarró por los hombros mientras saltaba, generando indignación y llamados a su arresto y deportación.
Según informes de medios locales, Wen intentó irrumpir en la premiere en dos ocasiones. Tras el primer incidente, la co-protagonista de Grande, Cynthia Erivo, intervino separando a Wen de la cantante, mientras personal de seguridad lo escoltaba fuera del lugar. Sin embargo, Wen intentó nuevamente saltar las barricadas, siendo finalmente detenido y reducido.
En una declaración posterior, Erivo se refirió al incidente como algo que han tenido que "realmente procesar". En un evento del Screen Actors Guild en Los Ángeles, con la presencia de Entertainment Weekly, Erivo compartió su sentir sobre lo ocurrido: "Hemos pasado por algunas mierdas. Hemos pasado por algunas cosas en nuestras vidas, en nuestro día a día... Incluso esta última semana, seamos honestos, hemos tenido que lidiar con algunas cosas, y esta película nos ha permitido crecer como personas, como amigas, como hermanas, como artistas, como actrices".
La propia Ariana Grande asintió solemnemente mientras Erivo hablaba, mostrando la evidente huella que el incidente dejó en ambas artistas. Este hecho resalta la vulnerabilidad de las figuras públicas y la importancia de la seguridad en eventos de alto perfil.
Cabe destacar que Wen tiene un historial de interrumpir conciertos y eventos deportivos. Previamente, había publicado videos de sí mismo interrumpiendo conciertos de Katy Perry y The Weeknd, así como invadiendo campos de juego en diversos eventos deportivos.
Las autoridades de Singapur tomaron medidas rápidas para abordar este incidente, demostrando su compromiso con la seguridad pública y la protección de las celebridades que visitan el país.