El certamen de Miss Universo 2025, celebrado en Tailandia, se ha visto sacudido por un escándalo que involucra al director del concurso y a la representante de México, Fátima Bosch. El incidente ha generado una ola de indignación y solidaridad entre las concursantes, desatando una verdadera "rebelión" en el evento.
El Incidente: Humillación Pública a Miss México
Durante una presentación, Nawat Itsaragrisil, director del concurso, insultó públicamente a Fátima Bosch, llamándola "tonta" e impidiéndole defenderse. El directivo incluso llegó a solicitar la intervención de seguridad para expulsarla de la sala. Esta actitud desató la furia de las demás participantes, quienes se solidarizaron con su compañera.
Reacción en Cadena: Abandono y Apoyo
Varias concursantes, incluida la Miss Universo 2024, Victoria Kjær Theilvig, abandonaron un evento en señal de protesta por la humillación sufrida por Miss México. La solidaridad se extendió a las redes sociales, donde se multiplicaron los mensajes de apoyo a Fátima Bosch.
Lili Estefan Defiende a su Hija, Miss Cuba
En medio de la polémica, la conductora Lili Estefan salió en defensa de su hija, Lina Luaces, Miss Cuba 2025. Luaces fue acusada en redes sociales de no haber mostrado solidaridad con Miss México. Estefan desmintió estas acusaciones, asegurando que su hija fue una de las primeras en reaccionar ante la situación y apoyar a Fátima Bosch. La conductora compartió un video en el que se la escucha animando a la representante mexicana tras el incidente.
El escándalo ha generado un intenso debate sobre el trato a las concursantes y el comportamiento de los organizadores en este tipo de eventos. La "rebelión" en Miss Universo 2025 pone de manifiesto la importancia de la solidaridad y el respeto en un certamen que, más allá de la belleza, busca promover valores como la inclusión y la empatía.
¿Qué sigue para Miss Universo 2025?
Aún no está claro cuál será el impacto a largo plazo de este escándalo en el certamen. Sin embargo, una cosa es segura: la controversia ha puesto el foco en la necesidad de un cambio en la cultura de Miss Universo, donde el respeto y la dignidad de las participantes deben ser prioritarios.