El Bayer Leverkusen logró una victoria vital en su búsqueda por avanzar a la fase eliminatoria de la Champions League, imponiéndose 1-0 al Benfica en Lisboa. El gol de Patrik Schick, quien ingresó desde el banco, le dio los tres puntos al equipo alemán en un partido donde sufrió y donde el Benfica desperdició numerosas oportunidades.
Un partido sufrido para el Leverkusen
Tras la dura derrota 3-0 ante el Bayern Munich, el Leverkusen necesitaba urgentemente una victoria. Sin embargo, el partido no fue fácil. A pesar del regreso de Alejandro Grimaldo al once inicial, el equipo alemán careció de fluidez en ataque durante gran parte del encuentro.
Benfica perdonó y Leverkusen aprovechó
El Benfica, por su parte, mostró mayor claridad en sus ataques y estuvo cerca de abrir el marcador en varias ocasiones. Dodi Lukébakio estrelló un remate en el travesaño en el minuto 11, y Nicolás Otamendi también envió un cabezazo al poste poco después de la media hora de juego. La defensa del Leverkusen se vio constantemente superada, y el empate sin goles al descanso fue un resultado favorable para los visitantes.
La mejor oportunidad del Leverkusen en la primera mitad llegó a través de Ernest Poku, quien falló un mano a mano frente al portero del Benfica. A pesar del esfuerzo, al equipo alemán le faltó contundencia en los metros finales.
Schick, el héroe inesperado
En la segunda mitad, el ingreso de Patrik Schick revitalizó el ataque del Leverkusen. El delantero checo aprovechó un centro preciso para marcar de cabeza el único gol del partido en el minuto 65. A pesar de la ventaja, el Benfica siguió presionando en busca del empate, pero la defensa del Leverkusen logró resistir y asegurar una victoria crucial.
Este triunfo le da un respiro al Leverkusen en la Champions League y lo mantiene con opciones de clasificar a la siguiente ronda. Sin embargo, el equipo alemán deberá mejorar su rendimiento si quiere avanzar en la competición.