Celeste Cid emprendió un viaje profundamente personal a Croacia, conectando con sus raíces familiares en la tierra de sus antepasados. Acompañada de su pareja, Santiago Korovsky, la actriz exploró la isla de Ugljan, lugar de nacimiento de su abuela Miranda, en una travesía cargada de emociones y significado.
Un Reencuentro con la Historia Familiar
El viaje de Celeste Cid a Croacia no fue un simple paseo turístico; fue una inmersión en su propia historia familiar. La actriz compartió en sus redes sociales la importancia de este viaje, describiéndolo como un reencuentro con sus raíces y un homenaje a su abuela Miranda, quien emigró a Argentina a la edad de seis años. Según relató Cid, su abuela siempre recordaba Ugljan por la abundancia de flores, un detalle que resonó profundamente en la actriz.
La Búsqueda de los Orígenes
Durante su estadía en Ugljan, Celeste Cid se dedicó a buscar la iglesia donde sus bisabuelos contrajeron matrimonio. Aunque inicialmente visitaron la iglesia equivocada, la actriz decidió conservar las fotos y videos tomados en ese lugar, apreciando la felicidad del momento. La confusión fue resuelta por Santiago Korovsky, quien regresó en bicicleta para recuperar el libro que Celeste había olvidado en la primera iglesia.
- Ugljan: La isla croata donde nació la abuela de Celeste Cid.
- Miranda: La abuela de Celeste Cid, quien emigró a Argentina.
- Santiago Korovsky: Pareja de Celeste Cid, quien la acompañó en el viaje.
Una Ofrenda Simbólica
Celeste Cid llevó consigo su segundo libro, "Intimidad", como una ofrenda simbólica a la tierra de sus antepasados. La actriz explicó que la tapa del libro, adornada con flores, representaba una manera de devolver a Ugljan un pedazo de su propia historia. Este gesto refleja la profunda conexión emocional que Celeste Cid siente con sus raíces croatas.
El viaje de Celeste Cid a Croacia es un ejemplo de cómo la conexión con nuestras raíces puede enriquecer nuestras vidas y ayudarnos a comprender mejor quiénes somos. Más allá de las fotos y los recuerdos, este viaje representa un homenaje a la historia familiar y un legado transmitido de generación en generación.