Profunda tristeza en la comunidad del Ecoparque de Buenos Aires tras conocerse la noticia del fallecimiento de Pupy, la elefanta africana que había sido trasladada al Santuario de Elefantes Brasil en abril de este año. Pupy, de 35 años, pasó 32 años en cautiverio en el ex zoológico de Palermo y su traslado generó gran expectativa sobre su adaptación a un entorno más natural.
Según informó el Santuario Global para Elefantes, Pupy falleció el viernes por la noche tras un repentino episodio de debilidad y molestias gastrointestinales. A pesar de la rápida asistencia veterinaria, no fue posible revertir su situación. La elefanta tenía antecedentes de cólicos y, aunque había mostrado cierta mejoría en los días previos, su estado se agravó repentinamente.
El personal del santuario destacó que, en la tarde anterior a su muerte, Pupy expulsó una cantidad inusual de piedras oscuras durante la defecación. A partir de ese momento, su comportamiento cambió drásticamente, mostrando signos de debilidad y alejándose de las personas.
El Santuario de Elefantes Brasil lamentó profundamente la pérdida de Pupy, recordando su transformación durante los meses que pasó en el santuario. “En Buenos Aires, Pupy era tranquila y reservada, con un mundo limitado por las circunstancias. En el santuario, cambió. Exploró el bosque con confianza, abrazó el hábitat como propio y encontró su voz”, expresaron en un comunicado.
Kenya, otra elefanta que compartió años con Pupy en el Ecoparque, reaccionó con inquietud al presenciar los esfuerzos del equipo veterinario por salvarla. Su cercanía y preocupación demostraron el fuerte vínculo que unía a estos dos animales.
La partida de Pupy marca un triste final para la historia de los elefantes en el Ecoparque porteño. Si bien su tiempo en el santuario fue breve, su experiencia sirvió para demostrar la importancia de brindar a estos animales un entorno más adecuado para su bienestar.
El Legado de Pupy
Más allá de su triste final, Pupy deja un legado importante. Su historia sirve para reflexionar sobre el rol de los zoológicos y la necesidad de avanzar hacia modelos de conservación que prioricen el bienestar animal. El traslado de Pupy al santuario fue un paso importante en esta dirección, y su memoria seguirá inspirando a quienes luchan por un trato más justo y respetuoso hacia los animales.
¿Qué sigue para el Ecoparque?
La muerte de Pupy plantea interrogantes sobre el futuro del Ecoparque. Si bien se ha avanzado en la transformación del antiguo zoológico en un espacio más amigable con los animales, aún queda mucho por hacer. Es fundamental seguir trabajando en la mejora de las condiciones de vida de los animales que aún residen en el parque, así como en la promoción de la educación ambiental y la concientización sobre la importancia de la conservación de la fauna silvestre.