Tras dos jornadas de caos y demoras en el servicio de trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el Gobierno Nacional dictó la conciliación obligatoria en el conflicto laboral que involucra al gremio La Fraternidad y a las empresas Operadora Ferroviaria S.A, Metrovías S.A y Ferrovías S.A Concesionaria. La medida busca normalizar el servicio y evitar mayores perjuicios a los más de un millón de usuarios que dependen del transporte ferroviario.
¿Qué implica la conciliación obligatoria?
La conciliación obligatoria, que entró en vigencia a las 00:00 horas del 26 de septiembre y se extenderá por 15 días, exige a La Fraternidad cesar con las medidas de fuerza que afectaron el normal funcionamiento de los trenes. El Ministerio de Capital Humano, del cual depende la secretaría de Trabajo, emitió un comunicado instando a prestar los servicios de manera normal, garantizando la circulación habitual de los trenes y evitando demoras, cancelaciones o cualquier tipo de impedimento.
El origen del conflicto
Según la Secretaría de Trabajo, el conflicto se originó luego de que el titular del sindicato La Fraternidad, Omar Maturano, decidiera retirarse de la mesa de negociación de forma intempestiva, alegando la falta de avances en las negociaciones salariales y denunciando un deficiente servicio de la ART y bajos ingresos en distintas líneas. La Fraternidad reclama una propuesta salarial superadora.
Consecuencias para los usuarios
Durante los días de protesta, los trenes de las líneas Sarmiento, Mitre, Belgrano Sur y San Martín circularon a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora, provocando importantes demoras y cancelaciones. Incluso, se registraron incidentes como la activación del freno de emergencia en una formación del tren Roca, interrumpiendo el servicio.
¿Qué esperar en los próximos días?
Se espera que, con la conciliación obligatoria, el servicio de trenes en el AMBA se normalice gradualmente. Sin embargo, la situación sigue siendo tensa y las negociaciones entre el gremio y las empresas serán cruciales para evitar nuevas medidas de fuerza en el futuro. Las autoridades instan al diálogo y a la búsqueda de soluciones que beneficien tanto a los trabajadores como a los usuarios del transporte público.