Una explosión devastadora sacudió la Ciudad de México cuando una pipa cargada con aproximadamente 50,000 litros de gas volcó bajo el Puente de la Concordia, en la transitada calzada Ignacio Zaragoza de Iztapalapa. El incidente, ocurrido el pasado 10 de septiembre, desencadenó una onda expansiva que afectó a conductores, peatones y comercios cercanos, dejando un saldo trágico de al menos cuatro muertos y 90 heridos.
El estallido y sus consecuencias
La explosión generó una inmensa nube de humo blanco y llamas que se alzaron sobre la capital, visibles desde puntos distantes. Al menos 18 vehículos y una motoneta fueron alcanzados por el fuego, quedando muchos de ellos completamente calcinados. La onda expansiva se propagó en un radio de al menos diez metros, esparciendo restos metálicos, cristales rotos y partes de vehículos dañados por el calor.
Bomberos y equipos de emergencia trabajaron arduamente durante horas para enfriar el contenedor de la pipa y prevenir una nueva explosión. La labor de rescate incluyó el despliegue de ambulancias, paramédicos, militares y voluntarios que brindaron asistencia a los heridos, muchos de los cuales presentaban quemaduras y cortaduras de diversa gravedad.
Investigación en curso
Las autoridades mexicanas han iniciado una investigación exhaustiva para determinar las causas del accidente. Una revisión preliminar reveló que el camión cisterna no contaba con un seguro actualizado que le permitiera transportar gas. Este hallazgo ha generado interrogantes sobre los controles y la regulación del transporte de materiales peligrosos en el país.
Precedentes peligrosos
Este trágico incidente no es un hecho aislado. En los últimos años, México ha sido escenario de varios accidentes similares que involucran camiones cisterna de gas. En 2020, un doble remolque que transportaba gas licuado de petróleo volcó en el estado de Nayarit, causando la muerte de 13 personas. En 2015, una fuga de gas en un camión de propano en la Ciudad de México provocó una explosión en un hospital de maternidad.
Llamado a la acción
Estos eventos ponen de manifiesto la necesidad urgente de fortalecer la regulación y el control del transporte de gas licuado de petróleo en México, así como de garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad por parte de las empresas transportistas. Es fundamental evitar que tragedias como la ocurrida en el Puente de la Concordia se repitan en el futuro.